La psicología humanista difiere de otras orientaciones psicológicas por el concepto que se tiene del ser humano, la importancia de la relación terapéutica y el abordaje del concepto de salud y enfermedad; tiene al ser humano como su centro, con una visión holística del mismo, considerando su contexto integral en sus dimensiones física o biológica, emocional o psicológica, social y espiritual o trascendente.
La relación terapéutica que se establece con el consultante es de acompañamiento en el descubrimiento, fortalecimiento y florecimiento de los sus propios recursos mediante un relacionamiento horizontal donde se construye a partir del encuentro terapéutico con el fin de trabajar por el crecimiento del consultante.
Se trabaja a partir de los recursos del consultante con el fin de mejorar su calidad de vida y tener un afrontamiento libre y responsable aun ante la enfermedad, asumida como una condición que no determina al ser humano y sobre la cual tiene la potestad de responder con sus recursos fortalecidos ejerciendo su facultad de libertad y responsabilidad.
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